Ya queda poco para la fecha de entrega de las fotografías para el
concurso de pastores, por ello este pasado fin de semana se realizó una
escapada a una de las bordas de la sierra de urbasa con el fin de
inmortalizar la afanosa tarea que realizan los pastores. Con la
inestimable ayuda de la junta de pastos de Urbasa y Andia concretamos
una salida que comenzó partiendo a las 7 de la mañana de la estación de
autobuses de Estella. Pese al madrugón planteado nos juntamos docena y
media de fotógrafos con la plena intención de pasar una buena mañana.
Una
vez llegados a los caminos de limitaciones, fuimos conducidos por los
magníficos parajes que nos muestra nuestra sierra, y poco a poco se nos
fue agudizando el ojo fotográfico para lo que nos esperaba más
adelante.
Nos encontramos un buen rebaño de ovejas lachas y a un pastor que rápidamente se afano en su tarea de ordeño, ya que tenía que obtener el preciado oro blanco de alrededor de 250 ovejas.
Esto nos dio tiempo para disfrutar de estas lanudas compañeras que se prestaron, no sin alguna carrera, a ser fotografiadas así como el pastor, afanado en su tarea de ordeño, nos contó chascarrillos y vivencias puras de su antiquísimo oficio.
Como no pudo ser de otra manera, a media mañana saciamos nuestros estómagos con un magnifico almuerzo en plena sierra que dio para poder contar lo acontecido hasta el momento.
Una vez terminado el tentempié hicimos buen acopio de quesos de nuestro amigo pastor, que encantado nos decía que se estaba quedado sin cambios. Tras esto la expedición retomo la actividad fotográfica enfocando ya hacia los innumerables rebaños de potros y vacas que pastaban o descansaban en las verdes planicies de la sierra de urbasa.
Un domingo que cundió y en el que el buen tiempo acompaño a un grupo de foteros que al menos el que escribe estas líneas, disfruto como un enano.
Un saludo a todos.
Nos encontramos un buen rebaño de ovejas lachas y a un pastor que rápidamente se afano en su tarea de ordeño, ya que tenía que obtener el preciado oro blanco de alrededor de 250 ovejas.
Esto nos dio tiempo para disfrutar de estas lanudas compañeras que se prestaron, no sin alguna carrera, a ser fotografiadas así como el pastor, afanado en su tarea de ordeño, nos contó chascarrillos y vivencias puras de su antiquísimo oficio.
Como no pudo ser de otra manera, a media mañana saciamos nuestros estómagos con un magnifico almuerzo en plena sierra que dio para poder contar lo acontecido hasta el momento.
Una vez terminado el tentempié hicimos buen acopio de quesos de nuestro amigo pastor, que encantado nos decía que se estaba quedado sin cambios. Tras esto la expedición retomo la actividad fotográfica enfocando ya hacia los innumerables rebaños de potros y vacas que pastaban o descansaban en las verdes planicies de la sierra de urbasa.
Un domingo que cundió y en el que el buen tiempo acompaño a un grupo de foteros que al menos el que escribe estas líneas, disfruto como un enano.
Un saludo a todos.
Crónica y fotografía: Andrés Díaz de Cerio
No hay comentarios:
Publicar un comentario