Una salida más de nuestra asociación, en esta ocasión a los
carnavales de Lantz. Como es ya habitual quedamos en un céntrico bar de nuestra
ciudad para tomar un café, terminar de despertarnos y organizarnos para el
viaje que nos esperaba.
Con las fechas que nos circundan la opción de los carnavales
tomo adeptos rápidamente, y así salimos la docena de personas sobre las nueve
de la mañana rumbo al citado pueblo.
Conforme entrabamos en el pueblo nos dimos cuenta que estaba
engalanado para la ocasión, con los balcones decorados con ricos colores y
trapos de toda índole.
Llegaos a un punto del pueblo dimos por hecho con mucho
acierto que estábamos en mitad del meollo, ya que los efectos de una ardua
noche se reflejaban en los rostros, semblantes y ropajes de cuantos oriundos
nos cruzábamos.
En ese momento empezó nuestra actividad fotografía ya que
como se suele decir, “daban mucho juego”.
A las 12 empezó el pasacalles de las carrozas y nos
sorprendieron dos cosas, una las propias carrozas, y dos el aguante de algunos.
Me refiero a los oriundos que vimos a primera hora de la mañana, que a buen
seguro seguirían con el vermut.
Mucha imaginación a la hora del pasacalles con disfraces,
teatros y decoración ambiental, gran mañana, muchísimas risas y un ambiente
extraordinario que no puedo mejor que terminar con una comida en grupo, momento
en el que contamos las andanzas y vivencias que acaecieron en este domingo
carnavalesco.Fotografías: Diego Echeberria y Andrés Díaz de Cerio
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