jueves, 6 de febrero de 2014

Entrevista a Enrique Pimoulier


ENRIQUE PIMOULIER LASPEÑAS (Pamplona, 1954).

Lleva más de 30 años trabajando como fotógrafo profesional,  especializado en fotografía publicitaria y edición de libros de imagen. Su gran afición a viajar le ha llevado ha realizar reportajes de interés humano para diferentes ONGs como Mundu Bat, Tierra de Hombres, Juan Bonal, que le ha llevado a países como India, Ecuador, Belice, México, Vietnam, Rumanía, Mauritania, Marruecos, Kenia, Mozambique entre otros. Estos reportajes han sido publicados en diferentes medios nacionales como El País, El Mundo, El Periódico de Cataluña, Diario de Navarra, Deia, Ediciones Júcar, GEO España, Viajar, Ronda Iberia,  Editorial Santillana, Editorial El Viso, Ediciones  Vicens Vives.

En los años 1998 y 2002 fue galardonado con el Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña y sus fotografías han sido expuestas en ciudades como Pamplona, Madrid, Zaragoza, Burgos, Valencia y como en Argentina. Fue seleccionado para participar en PhotoEspaña y  con la exposición “Imágenes para la dignidad” le dio la oportunidad de trabajar con 38 fotógrafos internacionales, entre ellos Sebastiao Salgado.


Fotografía; Mapi Aramendia
1. Más de 30 años trabajando en la fotografía ¿Cómo fueron tus inicios?
El vínculo vino por mi padre. Era un hombre que tenía entre otras inquietudes la fotografía. Él fue quien me inició en todo esto aunque entré directamente en el campo de la fotografía comercial con trabajos de bodas.

2. Estás especializado en publicidad y en libros de edición de imagen.
Sí. Con José Luis Larrión llevo más de 25 años como pareja profesional. Empezamos con una publicación que nos encargaron y a raíz de ahí llegaron las demás. Poco a poco el trabajo fue creciendo y decidimos montar un estudio.
Nosotros en ese momento además de la edición de fotografía de libros, teníamos muchas inquietudes por la fotografía publicitaria. Decidimos montar un estudio en Rochapea aunque siempre con la ambición de querer cambiar a un estudio mayor y mejor equipado. Este cambio se produjo después de 18 años.

3. Cómo entraste en la Fotografía humanitaria?
Mi primer gran viaje en cuanto a distancia y a permanecer tiempo en destino, fue hace 30 años en India. Con las limitaciones que había entonces ya que no había Internet. Decidí visitar una leprosería en el Gujeraty. Después de aquel viaje vino otro y desde entonces no he parado de viajar sin darme cuenta que siempre acababa haciendo el mismo tipo de fotografía. Me enfocaba más hacia humanos más que hacia los paisajes.
A principios de los 90 hubo una expedición de oftalmólogos a Mauritania. Se dedicaban a llevar gafas a modo preventivo. En un segundo viaje llamado “la ruta de la luz” incorporaron equipos quirúrgicos para hacer intervenciones y yo me enteré de esto a través de una amiga. Este trabajo se ofreció al Periódico de Catalunya y al parecerles bien, se publicó.  Ahora tengo dudas si este reportaje fue primero u otro que hice en México durante el levantamiento zapatista en San Cristóbal de las Casas  en una población llamada San Andrés Larrainzar.
Tras este viaje empecé a colaborar con alguna ONG; concretamente con “Tierra de hombres”. Me encargaron varios trabajos entre ellos un tema de menores en prisión en Mauritania. Este trabajo fue galardonado con el Premio Luis Valtueña. Era la segunda vez, el primero fue con una serie que presenté por el trabajo de la “Ruta de la luz”.
La ONG  “Mundu bat” también me ha encargado varios trabajos, como por ejemplo uno del mundo indígena en Chiapas, en Guatemala, en Colombia y en Bolivia u otro en Palestina. Sobre todo las vinculaciones han sido a través de ONGs.

Además,  también has hecho viajes por tu cuenta Si a Mauritania he vuelto 6  ó 7 veces. Hace poco estuve en Marruecos y en febrero en India en la Kumbhamela. Es una fiesta que se celebra cada 12 años. Es la mayor concentración humana que hay y me llamaba mucho la atención. En el día culmen de la fiesta podía haber más de 30 millones de personas. Todos los años por un motivo u otro suelo viajar. A Colombia también me ha tocado ir bastante por una ONG en la que estoy vinculado.

 Serie ganadora del Luis Valtueña en 1998. Autor: Enrique Pimoulier

4. ¿Influye el que te guste viajar?

Influye todo. No sé si viajo para hacer fotos o hago fotos para viajar. El exotismo que se encuentra me llama mucho la atención. Aquí también existe ya que viene gente de fuera como por ejemplo a los Sanfermines. Se pueden ver fotos que tú no las harías ya que al vivir en el lugar  esa capacidad de llamarte la atención se pierde.  En el momento en que sales de aquí,  desde que te montas en el avión todo te está llamando la atención sin querer. Comienzas a ver cosas que habitualmente no verías.


5. De las historias que has vivido ¿cuál es la que más te ha marcado personalmente y fotográficamente hablando?

Personalmente me marcó mucho el incidente que tuve en Guatemala,  como alguien sin conocerme de nada me disparó. He reconocer que aquello me marcó y ahora relativizo mucho más las cosas,  aunque no todo lo que debiera.

Situaciones en las que estado haciendo fotografía, me impresionó muchísimo un sitio donde no hice ni una sola fotografía. Fue en un centro de las hermanas de Calcuta en Bombay hace 15 años. Me impresionó muchísimo la atmósfera que había por las situaciones dramáticas que se veían. No porque las personas estuviesen en malas condiciones ni mucho menos. Eran personas que estaban en algunos casos con unas malformaciones impresionantes.

También hace tres o cuatro años cuando estuve en Filipinas trabajando en un encargo para  la Fundación Juan Bonal en un centro donde tenía desde bebes a personas adultas. Era como una especie de psiquiátrico y había gente con malformaciones y enfermedades. La situación dramática de cada uno de ellos me impresionó mucho así como la narración de una monja cuando ellas se hicieron cargo de aquel lugar. Tenían encerradas a la gente en jaulas y les echaban la comida desde fuera. Contaba una de ellas que era tal el hedor que había allí, que olía a cientos de metros antes de llegar a aquel centro y que tuvieron dudas de si iban a ser capaces de soportar aquello.  Hoy en día conservan la estructura arquitectónica pero no tiene nada que ver con sus inicios. Las personas que están allí se encuentran muy bien atendidas pero la situación dramática que viven es durísima.

Esos dos sitios son los que más me han impresionado. Me ha tocado ver gente que ha muerto pero ver gente con vida, que esté encerrado en un cuerpo con tanta malformación y que sea consciente de ello, a mí me parece durísimo.


6. A la hora de emprender un nuevo proyecto, ¿cuánto hay de planificación
previa? ¿Te informas de la situación que existe antes de llegar al lugar?

Hoy en día sí. Con las herramientas que existen lo primero que hago es decidir dónde y luego veo imágenes del lugar donde quiero ir.

A partir de ahí empiezo planificar absolutamente todo. Hoy en día existen herramientas que te permiten saber en qué posición se va encontrar el sol cuando tú vayas en un lugar determinado. Antes era un poco más intuitivo y pero ahora lo puedes planificar muchísimo con un porcentaje de acierto muy elevado de qué vas a ver, dónde lo vas a ver  y lógicamente dejas flecos sueltos para el devenir de cada día, para lo que pueda surgir e ir resolviéndolo sobre la marcha. En función de eso, decido un poco el equipo que voy a llevar y el tipo de fotografía que voy hacer.

 

Trabajas mucho con el gran angular ¿por qué?

Por comodidad y luego sobre todo porque ya me he cargado dos veces el sensor de cámara limpiándolo. Al principio sí que cargaba con el 80-200mm y con el 14-24mm de Nikon. Me he dado cuenta que en los últimos viajes ponía el 24-70mm y tiraba todo con el 24mm. No soy muy amigo de utilizar teles. Acercar la escena por no acercarme yo a ella, eso sí que no hago. Pienso que el lema de Capa “Si tus fotografías no son lo suficientemente buenas es porque no estás lo suficientemente cerca” sigue estando muy vigente para todo sin tener que seguir sus pasos. Probablemente el 90% de  mis fotografías de los últimos años estén realizadas con el 24mm.

 

7. La exposición “Imágenes para la dignidad” te dio la oportunidad de trabajar con 38 fotógrafos internacionales entre ellos Sebastiao Salgado,  ¿cómo fue esa experiencia?

Yo participé con la  serie de la mujer de Mauritania qué ganó precisamente el Luis Valtueña y con otra foto de la zona de Chiapas. El hecho de que se hayan fijado en mi fotografía para compartir espacio al lado de Sebastiao Salgado, de Cristina García Rodero entre otros fotógrafos reconocidos a nivel mundial, es una gran satisfacción.

La exposición se exhibió en Madrid en PhotoEspaña y ha sido una exposición que se ha movido por toda Europa.

 

8. Háblame de los trabajos que ganaron el Luis Valtueña.

Todo de pura casualidad. El primero fue en Mauritania con el proyecto de la ruta de la luz. A la mujer de las gafas, le hice la primera foto cuando hizo un intento de taparse la cara por vergüenza. Se tapó la boca y sin querer se creó allí una composición muy atractiva. Después le pregunté al oftalmólogo si le iba a poner las gafas. Le hice otra con las gafas de graduación y él mismo me dijo que le iba a poner después las gafas graduadas. Finalmente hice la tercera foto. Tuve la suerte de que capté esa sonrisa sincera.

El último día de concurso fui positivándolas por la noche y no me quedé muy conforme de cómo estaban positivadas. Me las llevé de laboratorio a casa y las dejé encima de la mesa de la cocina para que se secaran. A mi mujer le pareció una serie muy maja y me dijo que las enviara. Cuando me dijeron que  gane el premio no daba crédito.

La segunda vez pensé que sería imposible volver a ganar, pero me equivoqué. Fue una serie de unos chavales en una cárcel de menores de Mauritania. Te puedes imaginar el tremendo drama que encierra cada chaval. Tampoco tuve oportunidad de entrar en contacto de hablar con ellos ya que me estaban vigilando y me dieron un tiempo muy limitado; no sé fue algo menos de una hora.

 

 

Fotografía de la serie ganadora del Luis Valtueña 2002. Autor: Enrique Pimoulier


9. ¿Cómo es tu proceso de edición?

El viaje que hice hace 15 meses a Laos y Camboya no he visto todas las fotografías y el de la India que ahora en febrero va hacer un año, tampoco.

Hay fotos que me llaman la atención y las comienzo a retocar. Al tiempo, entre miles de fotografías, vuelven aparecer. Estoy preparando mi página Web y tampoco me da tiempo a mirar todas las fotografías que tengo.

No es que tenga un estilo definido pero procuro que una serie tenga un mismo estilo. No es una forma que sea automatizada, cómo tienes ya un estilo sin querer vas llegando a ello.

Antes con el laboratorio de blanco y negro nadie denostaba que se pudiesen hacer reservas debajo de una ampliadora para resaltar algunas zonas. Ahora parece que con el retoque, todo el mundo lo cuestiona.  Es una opción que la tienes ahí y en tu mano está pasarte o utilizarlo en una medida justa. Actualmente las fotografías pueden ganar depende como la trabajes. Puedes llamar la atención  en una zona concreta y para hacer eso lógicamente tienes unos resortes técnicos para decir y hacer lo que tú quieras.


10. ¿Cómo crees que tiene que ser la formación de una persona que quiera dedicarse a la Fotografía Humanitaria?

Es fundamental implicarse y estar muy metido en el ambiente que vayas a fotografiar. Tener el máximo tiempo que puedas para estar con las personas que quieras fotografiar. Cuando ven llevarte la cámara al ojo se alertan. A  fuerza de estar, la gente se desinhibe y llega un momento en que te ignoran. Sobre todo se tratar de enterarte de sus historias personales.


11. ¿Cuáles son tus referentes?

Hay un montón de referentes españoles, cualquiera de los que están dando el callo por hay. A nivel de conflictos bélicos por supuesto que Natchwey. El trabajo de Walter Astrada también me gusta pero hay un fotógrafo en particular que es Pep Bonet. Cuando ves sus fotografías sientes algo y eso que, soy un tío difícil de emocionar. Es un referente porque lo hace muy bien en todos los sentidos, desde la toma de la imagen hasta el resultado final.


12. ¿Qué consejos le darías a un estudiante de fotografía?

Que lo deje inmediatamente. Al  que se vaya dedicar a la fotografía que vaya pensando que va ser poco menos que imposible.  O eres un crack o desde luego que haga la apuesta al 100%  si lo que quieres es dedicarte a esto.  Que vaya pensando que no sólo con esto va a vivir, tiene que haber algo más, me da igual que sea video, edición.

Hay veces que te pasan oportunidades en la vida y esto es como cuando vas a coger un tren o lo coges en el momento no vale decir se acaba de ir hace 5 minutos.

No hay nada como creer en uno mismo empeñarse y seguro que con perseverancia se consigue.


Más fotografías del autor se pueden ver aquí
Los primeros trabajos del Premio internacional Luis Valtueña se pueden ver aquí
Algunas de las fotografías de la exposición “Imágenes para la dignidad” se pueder ver aquí

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